jueves, 27 de noviembre de 2008

Periodo Clasico

Se le llama Clasicismo ya que intentó volver a las formas clásicas Griegas y Romanas, como la belleza en la sencillez. O sea, que en lo simple está lo bello y no en perderse en el laberinto de ornamentos del Barroco.

El Clasicismo se nutre de las ideas Renacentistas.

Se busca el equilibrio entre la estructura y la melodía.
Surgen movimientos mas sobrios auditivamente, no tan densos como en el barroco. La fua desaparece casi por completo... Es retomada hacia el final del mismo en el Requiem de Mozart y en las Sinfonías de Beethoven.

El bajo continuo se transforma. Los instrumentos y los instrumentistas estan mas desarrollados, por lo tanto se pueden hacer obras más complejas de ensamblar.

Surgen en esta epoca dos instrumentos que enamoraron a los compositores: el clarinete y el Forte piano (que luego evolucionará en el piano)

Lo clásico se caracteriza como una música que a pesar de ser compleja para el intérprete tiene que sonar fácil.

En los conciertos para instrumento y orquesta empieza lo que se llama Cadenza. Que es un segmento improvisado por los músicos inspirados en la obra.

Ya en 1814 el escritor Ernst Theodor Amadeus Hoffmann reconoció la originalidad e integridad del lenguaje y observó que el nuevo arte de Haydn, Mozart y Beethoven tuvo sus orígenes a mediados del siglo XVIII. Uno de los estilos más influyentes a partir de la década de 1720 fue el rococó (o estilo galante), cultivado principalmente en Francia. El llamado estilo expresivo (empfindsamer stil) surgió algo más tarde, y estuvo básicamente asociado a los compositores alemanes. Ambos estilos se desarrollaron a partir de la práctica difundida en el barroco de poner el mayor interés melódico en las voces exteriores. La importancia de la voz del bajo disminuyó de forma radical, dado que su papel quedó relegado al de mero soporte de la línea melódica principal en la voz superior. Rococó fue un término utilizado, en un principio, para designar los elaborados ornamentos de decoración e interiorismo cultivados en Francia durante el periodo de la Regencia. Galante era el término popularmente utilizado para indicar lo moderno, inteligente y sofisticado. En la música, el estilo del rococó siguió perteneciendo a la aristocracia, mientras que el estilo expresivo lo era esencialmente de la clase media, transformando los afectos del barroco en sentimientos individuales. Ambos lenguajes fueron absorbidos más adelante dentro del estilo clásico.

Por lo tanto en el Clasicismo había predominio de la Melodía y la armonía servía de acompañamiento.

La melodía se mantenía usualmente en una misma voz o de un instrumento en un instrumento. Pocas veces se hacían melodías mezcladas entre varios instrumentos tal como se usó en el Romantico

En la ópera, surge la comedia, historias que causan risa en el público, un compositor destacado es Mozart. Donde cuenta la historia de Don Giovanni (Don Juan), un mujeriego empedernido.

O todas las peripecias por las que pasa Fígaro en su boda, las infidelidades, etc. En las bodas de Fígaro y no por eso se pierde la calidad musical, sino que busca una mayor fusión entre la ópera y el teatro.

La cualidad fundamental en este periodo es el equilibrio, que distingue a todo arte clásico, entre armonía y melodía, entre forma y expresión; el ajuste perfecto de todos los elementos, físicos y espirituales, que integran el edificio sonoro. Razón, imaginación y sensibilidad se enfrentan y complementan en un acuerdo perfecto.



Según afirma, con inmejorables aciertos, el compositor argentino Jorge D’Urbano: ...en pleno siglo XVIII, en Viena, la ciudad más hermosa y musical de Europa, donde la escuela clásica encuentra sus dos representantes más extraordinarios: Haydn y Mozart. Mucha música se escribirá después, genios de talento infinito enriquecerán nuestra herencia artística, pero ya nunca volverá a encontrarse el secreto mágico de ese equilibrio misterioso que aureola la obra de estos dos titanes. El idioma lo impone el gusto del día, pero los pensamientos corren debajo con fuerza arrolladora y nos llegan con la misma frescura y encanto que tuvieron cuando fueron escritos sobre el pentagrama. Haydn y Mozart representan uno de esos momentos cumbres en la historia de cualquier arte, donde, de pronto, se cristaliza la perfección. Es inútil tratar de analizar, investigar o escudriñar, para descubrir las líneas internas que la hacen posible. La casi increíble sabiduría que dan estas dos obras, está elegantemente disfrazada con el manto más difícil de obtener: la naturalidad. La música fluye sin descanso y sin violencias. Sabemos que la forma está presente, que los materiales han sido medidos con escrupulosidad minuciosa, que los instrumentos han sido tratados con un conocimiento de sus recursos que llega a lo inaudito. Sabemos que detrás de este arte, en apariencia tan espontáneo, se esconde una maestría sin par. Pero lo que anima es algo más que una técnica sin fallas; su inmaculada gracia supera toda previsión. Es un hecho espiritual sin posible reedición.
Esta época estuvo marcada por otras artes como la escultura y la pintura como también por la arquitectura y las artes decorativas quienes mostraron un especial desarrollo; a este estilo se le llamó Neoclasicismo; floreció en Europa y Estados Unidos aproximadamente desde el año 1750 hasta comienzos de 1800 y se inspiró en las formas grecorromanas. Más que un resurgimiento de las formas antiguas, el neoclasicismo relaciona hechos del pasado con los acontecidos en su propio tiempo. Los artistas neoclásicos fueron los primeros que intentaron reemplazar la sensualidad y la trivialidad del rococó (período anterior) por un estilo lógico, de tono solemne y austero. Cuando los movimientos revolucionarios establecieron repúblicas en Francia y en América del Norte, los nuevos gobiernos republicanos adoptaron el neoclasicismo como estilo oficial porque relacionaban la democracia con la antigua Grecia y la República romana. Más tarde cuando Napoleón I subió al poder en Francia, este estilo se modificó para servir a sus necesidades propagandísticas. Con el nacimiento del movimiento romántico la prioridad por la expresión personal sustituyó al arte basado en valores ideales.


Criterios estéticos y estilísticos del clasicismo

En la música se suceden cambios en las grandes formas y, así, mientras desaparecen la suite coral, el preludio, el concerto grosso, la fantasía, la antigua cantata, la tocatta y la fuga, aparecen la sonata y la sinfonía, y se mantienen la variación y el oratorio. Se suprimen también el bajo continuo y la armonía compleja. Ahora el estilo es homófono o vertical (no contrapuntístico), la melodía es clara y sencilla y los ritmos no buscan el contraste sino que son regulares y unitarios. Hay un claro predominio de la música instrumental frente a la vocal. Sus máximos exponentes son Mozart (quien realizó "La flauta mágica"), Haydn ("La creación") y Beethoven (nueve sinfonías, conciertos para piano y orquesta).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

hey muy buena info, gracias!

Ro dijo...

Me sirvió de muchoo, muy buena información, gracias ! :)

Unknown dijo...

MUY BUENA INFO ME SIRNIO PARA MI TAREA TENQYOU

Modulando Cultural dijo...

Muy buen resumen, muchas gracias.

Heidi Freyer dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Sos un pelotudo